desde una acera
cubierta de pasos
el carbón del silencio
tiñe mi cara
y soy negra
en el espejo
de esta ciudad
descalza
ni siquiera muerdo
ni siquiera persigo ya
mi propia cola

solo espero para lamer la sangre
que en la calle a quedado
bajo la breve tragedia
de los carnavales
que en tu piel
se desgajan
sobo la esquina
del narcisismo
que atenta
con sus botellas
sobre la rinoplastia
de las otras perras
sin poder olfatear
la histeria en las baldosas
donde no hay nadie más
que la gata engordando
mi propia ausencia
tampoco estoy ahí
tampoco importa
sobo la mano
que alimenta a la perra
lamo sus vórtices
las suelas
el regazo
que me abraza
y condena:
perra pulgosa
hembra
además
iracunda
herida
y
densa
negra
muy negra
como una noche
sin comida
y sin estrellas.
Sila Chanto, 2002.
cubierta de pasos
el carbón del silencio
tiñe mi cara
y soy negra

de esta ciudad
descalza
ni siquiera muerdo
ni siquiera persigo ya
mi propia cola

solo espero para lamer la sangre
que en la calle a quedado
bajo la breve tragedia

que en tu piel
se desgajan
sobo la esquina

que atenta
con sus botellas
sobre la rinoplastia

sin poder olfatear
la histeria en las baldosas
donde no hay nadie más
que la gata engordando
mi propia ausencia
tampoco estoy ahí
tampoco importa
sobo la mano
que alimenta a la perra
lamo sus vórtices
las suelas
el regazo
que me abraza
y condena:
perra pulgosa
hembra
además
iracunda
herida
y
densa
negra
muy negra
como una noche
sin comida
y sin estrellas.
Sila Chanto, 2002.
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